No perdamos el ánimo

Leyendo Lucas 24, después de la resurrección de Jesús, habla de dos de sus seguidores que iban camino a Emaus.

Dice que ellos estaban desanimados, compartían su desesperanza mientras caminaban hacía Emaus, pues habían tenido la esperanza de que Jesús podía ser el Mesías, y ya era el tercer día que pasaba después de haber sido crucificado. No se acordaban de las profecías, no se acordaban de lo que decían las escrituras, olvidaron por completo lo que El mismo les había hablado mientras había estado con ellos, que ¡El resucitaría! Ya estaban resignados pensando que solo había sido un profeta. Puedo imaginarme su desaliento, su resignación y sus preguntas sin respuesta del porqué le había pasado lo que pasó…

Pero Jesús en Su amor y en Su gran misericordia, se acercó a ellos en medio de su desánimo y aun en medio de su incredulidad, y ahí estaba El caminando con ellos recordándoles sus palabras, recordándoles sus promesas, inyectándoles la fe que necesitaban.

¿Cuantas veces nos hemos desanimado? ¿Cuántas veces las cosas que nos suceden nos quitan la esperanza, y nos refugiamos en hablar con los demás de nuestra gran tristeza y de las interminables preguntas que rondan nuestra cabeza? ¿Cuántas veces hemos olvidado lo que Él nos ha hablado?

Cuando permitimos que el desánimo venga a nuestra vida, es porque hemos perdido la esperanza, es porque pensamos que lo que habíamos esperado con tanto esfuerzo que pasara no pasó y no pasará. Él no quiere que vivamos en desesperanza, Él quiere que ahí en medio del desánimo, ahí donde más lo necesitamos recordemos lo que El nos habló en su momento. Si lo dejamos caminar con nosotros así como lo hizo con estos dos seguidores, de igual manera El nos llevará a Su palabra y esta ¡nos animará! y arderá nuestro corazón al recordar que El resucitó con un propósito, para verlo actuar en medio de todo…¡de todo!

Después de caminar con El y cenar con El, de pronto se abrieron sus ojos y reconocieron que ¡El era Jesús!

¡El mismo que creían muerto, estaba cenando con ellos!

Cuando dejamos que sea El quien nos acompañe en nuestra situación, El se revelará a nosotros, trayendo vida a lo que estaba muerto.

Lucas 24:25-32

“Entonces Jesús les dijo:
-¡Qué necios son! Les cuesta tanto creer todo lo que los profetas escribieron en las Escrituras. ¿Acaso no profetizaron claramente que el Mesías tendría que sufrir todas esas cosas antes de entrar en su gloria?
Entonces Jesús los guió por los escritos de Moisés y de todos los profetas, explicándoles lo que las Escrituras decían acerca de él mismo.
Para entonces ya estaban cerca de Emaús y del final del viaje. Jesús hizo como que iba a seguir adelante, pero ellos le suplicaron: «Quédate con nosotros esta noche, ya que se está haciendo tarde». Entonces los acompañó a la casa. Al sentarse a comer, tomó el pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a ellos. De pronto, se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Y, en ese instante, Jesús desapareció.
Entonces se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?».”

4 pensamientos en “No perdamos el ánimo

  1. Gracias Chayito por recordarnos esta hermosa palabra,!! Gloria a Dios por lo que me habla a través de ti!.. Eres una bendición en mi vida y te quiero mucho

    Me gusta

Deja un comentario